ENVÍO GRATIS ⭐️ Pedidos superiores a 45 € ⭐️ Sólo para península.

ENVÍO GRATIS ⭐️ Pedidos superiores a 45 € ⭐️ Sólo para península.

Item(s)
  • Subtotal
  • Gastos de Envío
  • Total

Termómetros para Chocolate

Termómetros para Chocolate

Termómetros para Atemperar Chocolate

Termómetros para Chocolate

Los termómetros para chocolates son otra de esas herramientas que los aficionados a la repostería se han habituado a utilizar de forma diaria. Con él podemos llegar a tener un control absoluto de la temperatura del chocolate, así como de otros elementos que forman parte de nuestra cocina cuando preparamos pasteles o tartas, entre otras muchas posibilidades.

Todo tipo de termómetros entre los que elegir

 

En My Karamelli hemos hecho una selección de termómetros para repostería y chocolate que satisfarán todas vuestras necesidades. Tenemos modelos muy distintos que remarcan algunos rasgos característicos, ofreciendo, por ejemplo, mayor velocidad en la medición de la temperatura o un diseño exterior personalizado que os encantará.

 

Contamos con termómetros de la marca Ibili, que se trata de una de las más representativas y de la cual os ofrecemos varios modelos de gran calidad. Con ellos vais a poder medir la temperatura de multitud de recetas, siendo muy conveniente que lo usemos cuando estamos preparando cremas como el buttercream de merengue suizo. Por supuesto, también es un accesorio que funciona a la perfección cuando estemos trabajando en el atemperado del chocolate, uno de los procesos en los que tenemos que tener un termómetro de manera casi obligatoria.

 

Estos termómetros, tanto los de Ibili como los de marcas del tipo de Städter, Decora o Kolor que también tenemos en stock, se caracterizan por su alto nivel de precisión y por ser capaces de medir con unos rangos de temperatura mínima y máxima más que sugerentes. Por ejemplo, uno de los termómetros de Ibili tiene una capacidad para medir una temperatura mínima de -50ºC, mientras que su temperatura máxima puede llegar a una medición de 300ºC. Además, todos los modelos son estilizados, con una longitud de aguja muy extensa ideal para trabajar con chocolate y repostería y disponen de sistema de auto-apagado para que no nos tengamos que estar preocupando de hacerlo por nosotros mismos mientras estamos en plena preparación de chocolates y pasteles.

¿Cómo utilizar el termómetro de chocolate?

 

Esta es una herramienta sencilla y versátil que no supone ninguna complicación utilizar, por lo que desde el primer uso os encontraréis con que será algo fácil de dominar. Antes de comenzar a trabajar con él, recomendamos darle un primer lavado, porque al fin y al cabo el producto viene de fábrica. Para ello nos comenzaremos a acostumbrar a un lavado que tiene que ser muy delicado.

 

Usamos agua caliente y jabón, pero con la particularidad de que el agua no puede llegar a entrar en la parte que sirve para la medición. Usaremos un trapo limpio para limpiar la parte más sensible y repetiremos este proceso todas las veces que lo usemos después de haber acabado con el proceso de medición. Si cuidamos bien el termómetro nos aseguraremos de que lo podamos utilizar durante largos periodos de tiempo sin ningún tipo de problema.

 

Una vez limpio enchufamos el termómetro con el botón de encendido y esperamos un segundo hasta que la pantalla se ponga en su modo de medición (estos pasos pueden variar ligeramente dependiendo del modelo que hayamos seleccionado). Ahora, si el termómetro nos da la posibilidad, seleccionamos el modo de temperatura que nos interese más, en este caso ºC  para nosotros (aunque también podemos usar ºF si alguna receta la tenemos indicada de esta manera).

 

Ahora lo que hacemos es, a ser posible cuando el alimento ya esté acercándose al final del tiempo de preparación, introducimos el termómetro dentro del mismo. ¿Cómo hacerlo? Lo más recomendable es que lo hagamos introduciendo el termómetro en la zona más gruesa del alimento. Tenemos la suerte de estar preparando repostería y en especial trabajando con chocolate, por lo que lo más posible es que todo lo que estemos cocinando sea uniforme. En ese caso no tendremos que complicarnos. Distinto sería usar un termómetro de cocina con un pollo o similar, dado que no clavaríamos el termómetro en un área delicada y con huesos, sino que lo haríamos en la pechuga, alcanzando la profundidad más conveniente para la herramienta.